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lunes, 7 de febrero de 2011

Que pretende usted… de usted

Que si estudias porque estudias y no tenes tiempo para trabajar de lo que te gusta. Si trabajas de lo que te gusta no te queda tiempo para estudiar que, dicho sea de paso, ya no te copa tanto. Si es petiso sentís que el hombre de la pareja sos vos y encima tenes que cajonear las plataformas. Si es alto podes usar tacos pero la tortícolis crónica por chapar a cuatro manos no te la saca ni Dios. Necesitas urgente unas vacaciones relax en una playa paradisíaca pero ahorraste para ir a Machu Pichu y sufrir el Camino del Inca.
Ya decía la Coca Sarli: que pretende usted de mi. Ya digo yo: ¿que pretende usted de usted?


Jueves de chicas. Departamento a medio mudar de una de las cuatro a medio divorciar. Varias caipirinhas bien brasileras y sushi bien japonés comprado en el barrio chino. Todas se enorgullecen de la nefasta combinación culinaria salvo la chef recién recibida que baja el dedo pulgar mientras pide a gritos que ruede la cabeza de la autora intelectual del funesto crimen.
Entre sugerencias de esmaltes y apreciaciones ligeras sobre lo mal que la esta pasando Egipto una cadena de oídos prestan el favor de escuchar la historia que la primera tiene para contar: Que no sabes que hacer, que si te preguntan les dirías que parece que si, que este es el hombre perfecto. Que es muy copado y que con sus sobrinos es re simpático, que si haces una proyección a largísimo plazo lo ves un excelente padre, de esos que saben coser trenzas en la cabeza de su hija mientras se afeitan para ir a la oficina. Que además no te deja ni amagar a pagar la mitad de nada y hasta ya habla de un viaje juntos. ¡Si! Un viaje a la laguna de Chascomús para practicar unos mudras que aprendió en yoga y que los va a consolidar como pareja también en el plano espiritual. El punto es que estos detalles no pueden distraerte del hecho de que te queda a la altura de la axila, que sos vos la que lo abraza rodeándole el cuello y la que tiene que bajar el cordón de la vereda para poder estar a la altura de una circunstancia que ya no podes evitar: ¡Salís con alguien mucho mas petiso que vos! Y lo peor es que no es un dato menor porque también te quejaste de cuando saliste con un mega alto tipo globetrotters, terminaste padeciendo tortícolis crónica y no había tacos que te ayudaran a darle, aunque sea, un apretón de manos.
Pero a vos no te viene nada bien dictamina una, mientras afirma que si bien es vegetariana de buen grado se comería un nagiri con mucho salmón.

La eterna contradicción. Esa semilla que germina de a poco y va socavando con sus raíces en lo mas profundo de la inconciencia hasta que resquebraja la mampostería de tu Yo conciente y da sus infernales frutos justo en el momento en que menos lo esperas –si es que hubiera un momento adecuado para esperarlo-. El momento justo en el que tenes que tomar alguna decisión. Puede ser cualquier decisión. No necesariamente son esas de blanco o negro, de vida o muerte o de soltera-casada.
¿Gataflorismo crónico o ansias de superación? Todavía no lo sabemos. Mientras tanto recargá la caipirinha y cortá mas sushi o mejor hacete un cafecito con budín y escuchemos la historia que la segunda tiene para contar.

11 comentarios:

  1. Hola Barbara, una contradicción que tengo es que si me gusta compartir tiempo con mi pareja pero también me asfixio. O sea, quiero estar con el y no. Muy buena esta primera parte... esperamos la segunda.

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  2. Hola Agustina. La segunda parte viene en breve. Abrazo
    PD. abri la ventana, respirá profundo y largá lo que tengas que decir... a veces eso funciona y sino a otra cosa mariposa.

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  3. Así es la cosa, Bárbara: el ser humano parece estar hecho con el barro de la contradicción.
    Los primeros que se dieron cuenta de esto -por lo menos eso dicen-, fueron los griegos y por eso empezaron a usar esas máscaras con los opuestos de cada lado.
    ¿Será la tan mentada angustia existencial?
    Pero bueno, ¿vio? El shushi comprado en el barrio chino y la caipirinha, morigeran los efectos :)

    El Profesor

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  4. Muy bueno barbi.. sos grosaaa..besoss amigaa

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  5. Profe...es la eterna insatisfacción que si bien angustia por momentos es el motor del cambio... por lo menos asi lo veo yo.

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  6. Que lindo que alguien tenga algo para decir. A veces, es mucho pero siempre se siente genuino.

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  7. Hola Felipe, bienvenido!! Siempre hay algo para sentir y luego para decir... intentamos hacerlo... un abrazo

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  8. Hola Den!!Gracias nena por seguir estas historias!!!

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