Años de terapia, incontables sesiones de reiki, litros de cerveza y
kilos de maníes junto a amigas cansadas de escuchar las mismas historias ¿Todo
para qué? Para asimilar que en algún momento el cordón umbilical tiene que
caerse aunque ya lo haya hecho físicamente hace treinta años. Ese cordón que te
amarra al muelle de tu casa paterna impidiéndote navegar por las aguas de la
verdadera independencia.
El punto es que cuando lográs ser la capitana de tu propio barco, la
marea y tus decisiones, el destino o Dios –depende en lo que creas- tuercen las
velas ¿Hacia donde? Hacia el inevitable muelle de un trabajo con un jefe sonriente
que espera amarrarte hasta que vuelvas a invertir en terapia, en reiki, en
litros de cerveza y hasta en nuevas amigas.
Así es que mientras las hojas de tu almanaque se arrancan a sí mismas, van
pasando los primeros y alegres días de tu nuevo desafío laboral, que se
transforman en agitadas primeras semanas de un puesto de trabajo que esta bueno
pero no es lo que esperabas, luego en largos meses que afirman que claramente no
es lo que esperabas pero paga el alquiler de un departamento que no podrías
comprar ni siendo la sobrina de Tío Rico y finalmente terminan siendo interminables
años de un trabajo que largarías si supieras que hacer de manera independiente.
Y es que a la hora de pensarse autónomo enseguida nos encontramos lejos de
la vorágine capitalista y la imaginación se toma un vuelo directo y sin escalas
a la playa, aunque sea en temporada baja, en época de jubilados, familias
primerizas y huracanes que para el caso es lo mismo. Siempre pero siempre ese
cuadro de situación es mucho más alentador que soportar las histerias de un
jefe que se cree un As de espadas porque en su casa es un cuatro de copas.
¿Pero como hago? Es la pregunta que en menos de un segundo te
golpea la cara arruinadote el delineado de la mañana temprano y es ahí cuando la
lista de los posibles emprendimientos resulta mas larga que la del supermercado
luego de meses y meses de colgarte con la compra de la semana: Tu propia marca
de ropa o tus propios pacientes, clientes, proyectos, ideas, deseos. La
cuestión es lograr tener tu tiempo, tu propio espacio, navegar tu propio barco en
las aguas que vos elijas. Sé que es uno de los desafío mas difíciles de
afrontar a esta edad o cualquier otra, pero como decía mi amiga en pleno ritual
de levante: el No ya lo tenés así es que
solo te queda ir por el Sí.
Muy divertido... No dejes de ecribir... Vamos x mas... : )
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