tag:blogger.com,1999:blog-39609885998195351232024-03-13T22:04:51.982-07:00Barbara a los treinta ¿barbara a los treinta?Historias de chicas no tan chicasBARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.comBlogger54125tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-44842953728540499392013-03-25T04:30:00.003-07:002013-03-25T04:30:57.239-07:00Treintañeras VI: La que solo sabe que no sabe nada<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<i><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Ya sé que no tiene nada que ver con la edad.
Todos me lo recuerdan de alguna manera. Sobretodo cuando este blog se llama
como se llama. Pero es evidente que no fuimos las mismas a los diecipico, ni a los
veintipico que a los treintaypico y tampoco lo serenemos en las edades venideras,
porque si antes te sentías una adolescente arrolladora y sabelotodo, a los veinte una
revolucionaria imparable a los treinta te sentís una duda con patas pero con una
sola certeza: que el tiempo pasa y solo sabes que no sabes nada.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Parece que no pero sí. La duda se escurre sigilosa por las hendijas que
creíste ingenuamente, haber sellado con años y muchas, muchísimas sesiones de
terapia. Silenciosa se arrastra por los polvorientos pisos de tu conciencia
hasta que un día de fin de semana, que suelen ser esos días en donde el ocio se
transforma en un inmanejable muñeco de trapo, aparece ella y te dice: <i>Hola,
soy la Duda y vine a quedarme. No te hagas problema por mí, me arreglo en el sillón,
no tengo frío ni calor, no bebo y solo me alimento de vos, tus inseguridades y
de las preguntas que nunca quisiste responder, o sea: ¿Que carajo quiero ser o hacer de mi vida? </i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Mientras se acomoda en tu hermoso sillón, repletísimo de almohadones
multicolores, tu gata sale despavorida y ya quisieras tener sus habilidades para
seguirla por los tejados, pero como lo hiciste muchos años, te parece que es
hora de que te sientes cara a cara con Ella, que hasta se ve medio viejita desde
la ultima vez que apareció y le propones hablar a culotte quitado -o tanga o
vedetina o bombachudo, lo que sea que uses-. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Así es que por primera vez en tu vida le propones o, mejor, te propones
hablar con la verdad, con esa verdad que deja al descubierto que no te hiciste
cargo de vos y de lo que te pasaba en lo mas mínimo. La verdad, le decís, es
que quiero ser y hacer un montón de cosas y solo me sale lo contrario, absolutamente
todo lo contrario. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Mientras la Duda mira por la ventana como se aleja tu gatita,
ríe, en tu mismísima cara, se ríe y se pone descaradamente más rozagante, como
mas joven y lozana, como alimentada por ella misma y también por la Contradicción
que sigilosa entró sin llamar a la puerta y se acomoda en tu puff rojo pasion. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">De repente sos parte de un ménage à trois en donde nadie te pregunto si
te copaba la idea, pero como parece que el fiestorro es <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>imposible de parar, no te queda otra que abrirte
paso en el sillón, acomodarte como si fuera el diván de tu psico y proseguir
como si ellas te hubieran preguntado: ¿Y vos que pensás de esto, como lo podes
relacionar? </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Es ahí cuando te colgás nuevamente de la soga de la autocompasión para
cruzar y esquivar el arroyo desquiciado de la verdad y le decís a las dos que no
es tan fácil encontrar la respuesta y que si la tuvieras, hoy no estarías en tu
casa acorralada por dos entrometidas como ellas. Pero la soga queda corta y
entonces la caída libre al arroyo te hace confesar que sí, que lo podes
relacionar con algo o en realidad con nada, que es lo mismo. Justamente La Nada,
ese vacío que te provoca el abismo debajo de tus pies que nace del hecho de hacerte
cargo de la vida que querés realmente tener y no de la que alguna vez pensaste
que era la correcta o que te hicieron pensar y te la creíste. O sea tomar las
riendas del caballo desbocado de la duda y la contradicción y dejarte de joder
de una vez por todas. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Justo en ese momento, cuando gritaste esa ultima frase, tu gata te
escucho y volvió porque le sonó a orden y ella cuando le dan una orden, obedece.
La Duda y la Contradicción, se miraron, miraron a la gata, te miraron y te dijeron: que fabuloso sería si vos
obedecieras tus propias ordenes así como lo hace tu gata, eso es todo por hoy.</span></div>
BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-86835415050445271832013-02-14T09:58:00.000-08:002013-02-14T09:58:05.841-08:00Fuck you San Valentin<br />
<div style="color: #333333; font-family: sans-serif; font-size: 16px; line-height: 20.796875px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
Ya no ves la hora de que pase de una buena vez la fiesta a la que solo están invitados unos pocos ¿Quiénes? ¡Voilà! Sí, adivinaste: los enamorados. Y si te convertís en una fiel devota de San Valentín: ¿podrás ser merecedora del milagro de conseguir novio antes de las doce? Si la respuesta es “no sé”, leé lo que sigue y aunque no creas en las historias de amor… puede que existan.</div>
<div style="color: #333333; font-family: sans-serif; font-size: 16px; line-height: 20.796875px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
Estas a horas del día que ya no querés ni nombrar y no hay noticias de un enamorado que te arrastre el ala ni a diez cuadras a la redonda. ¡Qué digo cuadras!, planetas a la redonda. Sumado a que no sabés si la a ciudad se prende fuego o si los negocios se complotaron para abarrotar su vidrieras con corazones rojos de todos los talles y declaraciones melosas en varios idiomas y hasta en lenguas muertas. Lo que sí sabés, es que camines por donde camines todo venera a San Valentín, un santo que de argento no tiene nada; que te recuerda que no tenés novio y que la única chance de encontrarlo antes de las doce no es justamente rezándole, sino, a lo sumo, con la ayuda de una hada madrina que convierta algún zapallo en un apuesto príncipe azul.</div>
<div style="color: #333333; font-family: sans-serif; font-size: 16px; line-height: 20.796875px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
</div>
<div style="color: #333333; font-family: sans-serif; font-size: 16px; line-height: 20.796875px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
Es tarde a la tarde. Hay luna casi llena. En realidad, más vacía que llena. Vacía de poesía, por lo menos para vos que estás sola en una mesita de bar en una esquina de San Telmo. Aunque en realidad estás acompañada por tu gata Coca que comparte tu mesa sentada frente a vos justo como debe hacerlo una gata bien soltera como su madre: con el pecho erguido, mirando lo importante, relamiéndose la boca y haciendo gala de su atuendo animal print tan <em>kitsch</em> como el tuyo.</div>
<div style="color: #333333; font-family: sans-serif; font-size: 16px; line-height: 20.796875px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
Mientras tu mesa para uno se diferencia del resto que sirve picada para dos, pareciera que el reloj jugara carrera contra él mismo y encima se ganara. Tu cafecito doble se transforma en una cervecita bien helada y esta en una cena con postre y otra vez cafecito. El tiempo pasa y los únicos moros en la costa son hombres con regalos escondidos para sorprender a sus mujeres que solo ríen para confirmarle a su Don Juan que son merecedoras del premio al amor.</div>
<div style="color: #333333; font-family: sans-serif; font-size: 16px; line-height: 20.796875px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
</div>
<div style="color: #333333; font-family: sans-serif; font-size: 16px; line-height: 20.796875px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
A segundos de las doce, el tiempo abandona la carrera, la luna se llena y los moros en la costa se paralizan como si hubieran jugado a la mancha estatua. Pero nada de esto ocurre en la mesa de al lado que sigue su curso normal.</div>
<div style="color: #333333; font-family: sans-serif; font-size: 16px; line-height: 20.796875px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
Mientras la camarera limpia la miel derramada por unos tortolos que migraron hacia el hotel más cercano, un apuesto caballero le corre el asiento a su acompañante perruno. En ese instante, el tiempo vuelve a sus quehaceres y a que lo inexorable ocurra, así es que marca las doce y justo cuando estás por pedir la cuenta, él distrae al mozo pidiendo un solitario café en jarrito para él y agua para Coco, su perro amigo. Sí, no te acomodes los anteojos porque lo viste bien, hizo el típico y valiente gesto de pedir un café para uno solo en la víspera de San Valentín. Por milagro o por asistencia de un hada madrina en servicio veinticuatro horas, mágicamente las dos mesas para uno se convierten en una para dos.</div>
<div style="color: #333333; font-family: sans-serif; font-size: 16px; line-height: 20.796875px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
Te digo que aun así, sigo sin creer en las historias de amor. Pero: “creer o reventar”, dice mi tía. Que las hay… las hay.</div>
BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-60307782330658057832012-12-10T02:46:00.001-08:002012-12-10T02:46:43.679-08:00Sábado de mínima acción <!--[if gte mso 9]><xml>
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<![endif]--><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-zIB0FD49PyM/UMW9R67mq6I/AAAAAAAAATg/5FhC_IbvuAE/s1600/plaza.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="261" src="http://4.bp.blogspot.com/-zIB0FD49PyM/UMW9R67mq6I/AAAAAAAAATg/5FhC_IbvuAE/s320/plaza.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES"></span><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Sábado de mínima acción. Plaza, la de la vuelta, tampoco andar caminando
tanto. Hora, la misma en que todas tus amigas compran dos por uno de entradas
de cine mientras su<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>príncipe azul elige
el combo mas grande de pochoclos presto a chapar en la ultima fila de la peor
película en cartel –total, ¿que importa?-. </span>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Mientras pisoteas contra le piso un libro de autoayuda convertido en un
Manual de Autoatodestrucción y Ensañamiento de solteras incapaces de llevar una
relación a buen puerto chocándola una y mil veces con la misma piedra, digo,
con el mismo iceberg, haces un serching con el tercer ojo detectando algún
ejemplar de macho arrasador que este libre y no haya sucumbido a ninguna minita
que a esta hora esta disfrutando de un simulacro de respiración boca a boca
infinito o por lo menos de ciento veinte minutos. Hasta que justo por el camino
principal de la plaza, como deslizándose por una pasarela un grandote relleno
de anabólicos en sudadera flúo pasea un Pitbull mas trabado que él. A ambos, el
mundo les queda a la altura de la cadera y vos con tu metro cincuenta tranquilamente
podrías aspirar sólo a darle la mano a Aquiles, su talón amigo. Bien sentadita
en el banco del final del camino, te haces la distraída pero sabes que nunca pudiste
controlar la curiosidad que te da este tipo de personajes así que sucumbís a la
lucha interna y te lo quedas mirando<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en
todo su recorrido. Pensás que si te lo hubieras ganado en una quermés,
seguramente se lo regalarías sin pensarlo a la primera fisicoculturista que
pasara por ahí. Además tiene el tupé de pasar por delante tuyo como desfilando
por las escaleras romanas de la Plaza España con falso Versace y botas texanas
mientras te pregunta la hora justo en el minuto en que decidís hacer justicia y
le respondés -alzando el cogote para sumar altura- que no tenés reloj de ningún
tipo: ni de pulsera, ni de celular, ni solar, ni de arena. Que lástima perdiste
tu única oportunidad de conocerme y te pasó por trabado o tarado –pensás
mientras haces un esfuerzo por adjetivarlo de la peor manera pero no te sale
porque hoy te levantaste benevolente-. Conclusión final del encuentro:
¡olvidate! nunca saldrías con un tipo así.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Ahora no tenés nada que leer ni nadie con quien hablar, así que solo
resta seguir con tu mirada láser de Guardién del Espacio a tu cuzquito – o sea,
tu perrito sin marca- hasta el infinito y mas allá. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">En el preciso momento en que la tarde se vuelve un letargo insoportable
ocurre algo del tercer tipo, un caso digno de ser investigado por José de Zer y
Fabio Zerpa juntos: tres perros más allá –o sea a una distancia de casi diez
metros- alguien realiza el mismo movimiento que vos pero en espejo, o sea, vos
te acomodas el pelo con la mano derecha mientras cruzás la pierna izquierda y
él se acomoda el pelo con la mano izquierda mientras cruza la pierna derecha –
necesité desarrollar en detalle la idea de espejo, si fue redundante, ruego me
dispensen-. Él, un ser opuesto a vos –biológicamente hablando tratando de
evitar adjetivarlo vengativamente solo por ahora- realiza con timming preciso
los mismos movimientos que vos, claro que algo así no pasa todos los días y
entonces ese masculino mas singular que nunca se recorta del letargo para
prometer, por lo menos hasta el momento, la anécdota haber sido testigo de un
milagro inesperado.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">El OMNI –Objeto Masculino No Identificado- viste un llavero móvil a la
altura del pasto ¿O es el perrito del enano de la Isla de la Fantasía? ¡Ah, no!
es un Caniche de ladrido soprano que hace las veces de espantapájaros y espantamujeres
también porque al dueño se lo ve solito mi alma leyendo un libro cuyo título no
alcanzas a ver- y como la tarde se pasa y la vida también pensás que es tu
oportunidad de sacarle conversación.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Te acercas fingiendo una futura compra al Pirulinero estacionado justo a
su derecha mientras que el universo conspira a tu favor cuando decide que la
viejita a su izquierda se levante dejando libre ese banco de plaza con forma de
butaca de cine que espera ser ocupado por alguien como vos presta a chapar
justo con alguien como él, varón de pocos pelos peinar. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">- ¿Cómo se llama?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">- ¿Perdón?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Te pido por favor que no pidas perdón en la primera cita porque ya
empezamos mal -pensás-, te bajonea la gente que pide perdón por todo salvo que
Perdón sea el nombre del llavero con patas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">- Digo, que si tiene nombre -le preguntás mientras señalás a su mejor
amigo y estoy hablando del perro-. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">- Perdón, Tatu, se llama, Tatu como el enano de la Isla de la Fantasía.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Estuvo demás la aclaración –seguís pensando- pero él no tiene porque
sabe que viste todas las series ochentonas y noventosas habias y por haber
porque preferías eso a salir con las nabas de tus amiguitas que solo pensaban
en maquillaje y bandas pop de pacotilla. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Pero sigue habiendo algo que no te convence , en menos de dos frases
pidió más perdón que toda la iglesia cristiana en estos últimos dos mil años, la
verdad que no le esta poniendo onda a la conversación aunque sólo hayan cruzado
dos palabras o la realidad es que hoy tenés fiaca y pocas ganas de remontar una
conversación que intuís que se va a quedar en la plaza, al lado del pirulinero
que ya grita su habitual ¡lloren chicos, lloren!.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Asi que antes de que se te piante un lagrimón, preferís teñir tu lengua del
habitual rojo pirulín y acariciar a tu cuzquito –fiel perro sin marca- que trae
en el hocico los restos de tu querido libro de autoayuda, ahora, ex Manual de
Autodestrucción. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-1212079094578052282012-09-07T04:49:00.002-07:002012-09-07T04:50:22.084-07:00Treintañeras V: la que tiene jefe, quiere dejar de tenerlo pero no sabe cómo<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-MNawWGShuc0/UEnfS7XrrxI/AAAAAAAAAQo/-QxbQYvglDw/s1600/workin+woman.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="259" src="http://3.bp.blogspot.com/-MNawWGShuc0/UEnfS7XrrxI/AAAAAAAAAQo/-QxbQYvglDw/s320/workin+woman.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Años de terapia, incontables sesiones de reiki, litros de cerveza y
kilos de maníes junto a amigas cansadas de escuchar las mismas historias ¿Todo
para qué? Para asimilar que en algún momento el cordón umbilical tiene que
caerse aunque ya lo haya hecho físicamente hace treinta años. Ese cordón que te
amarra al muelle de tu casa paterna impidiéndote navegar por las aguas de la
verdadera independencia. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">El punto es que cuando lográs ser la capitana de tu propio barco, la
marea y tus decisiones, el destino o Dios –depende en lo que creas- tuercen las
velas ¿Hacia donde? Hacia el inevitable muelle de un trabajo con un jefe sonriente
que espera amarrarte hasta que vuelvas a invertir en terapia, en reiki, en
litros de cerveza y hasta en nuevas amigas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Así es que mientras las hojas de tu almanaque se arrancan a sí mismas, van
pasando los primeros y alegres días de tu nuevo desafío laboral, que se
transforman en agitadas primeras semanas de un puesto de trabajo que esta bueno
pero no es lo que esperabas, luego en largos meses que afirman que claramente no
es lo que esperabas pero paga el alquiler de un departamento que no podrías
comprar ni siendo la sobrina de Tío Rico y finalmente terminan siendo interminables
años de un trabajo que largarías si supieras que hacer de manera independiente.
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Y es que a la hora de pensarse autónomo enseguida nos encontramos lejos de
la vorágine capitalista y la imaginación se toma un vuelo directo y sin escalas
a la playa, aunque sea en temporada baja, en época de jubilados, familias
primerizas y huracanes que para el caso es lo mismo. Siempre pero siempre ese
cuadro de situación es mucho más alentador que soportar las histerias de un
jefe que se cree un As de espadas porque en su casa es un cuatro de copas. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<i><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">¿Pero como hago?</span></i><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;"> Es la pregunta que en menos de un segundo te
golpea la cara arruinadote el delineado de la mañana temprano y es ahí cuando la
lista de los posibles emprendimientos resulta mas larga que la del supermercado
luego de meses y meses de colgarte con la compra de la semana: Tu propia marca
de ropa o tus propios pacientes, clientes, proyectos, ideas, deseos. La
cuestión es lograr tener tu tiempo, tu propio espacio, navegar tu propio barco en
las aguas que vos elijas. Sé que es uno de los desafío mas difíciles de
afrontar a esta edad o cualquier otra, pero como decía mi amiga en pleno ritual
de levante: el <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No ya lo tenés así es que
solo te queda ir por el Sí. </span></div>
BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-57084380175658745552012-08-31T04:23:00.000-07:002012-09-01T04:40:57.186-07:00366 DÍAS CON ÉL - Concursante del Premio Planeta Digital<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-4gPhL6W-H04/UECdmdcZEUI/AAAAAAAAANY/6OyNAP4sNzA/s1600/premio-planeta-digital.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="72" src="http://2.bp.blogspot.com/-4gPhL6W-H04/UECdmdcZEUI/AAAAAAAAANY/6OyNAP4sNzA/s200/premio-planeta-digital.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="color: #0b5394;"> <i><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"></span></i>Si te gustó el cuento podes votarlo</span> <a href="http://www.fictioncity.net/talent/viewVideo?idvideo=9047&l=es" target="_blank">ACÁ</a> </span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="color: #0b5394;"><i><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><i><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-size: large;">+</span> VOTOS <span style="font-size: large;">+</span> POSIBILIDADES DE GANAR</span></i> publicación en formato digital e impreso.</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"></span></i><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><i><span style="color: #0b5394;">Compartí el</span> <a href="http://www.fictioncity.net/talent/viewVideo?idvideo=9047&l=es" target="_blank">link</a> <span style="color: #0b5394;">en tu muro de</span> <a href="https://www.facebook.com/" target="_blank">FACEBOOK</a> <span style="color: #0b5394;">y en</span> <a href="https://twitter.com/" target="_blank">TWITTER</a>.</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">El día en que le dije <i>Te Amo</i> la relación
cambió. Cambió para mal. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><br />
<b>183 días antes del<i> Te Amo</i> </b><br />
La historia comenzó por casualidad. Estaba sin ánimos de conocer a nadie. A
nadie que me complique demasiado la vida. Una vida que siempre quise llevar y
que me costó lograr. Una vida nacida como por revancha de esa otra que dejé que
alguien construyera por mí y que no me permití hacer realidad hasta ahora,
momento en el que también me pregunto: ¿Cuantas vidas uno puede vestir mientras
se vive una sola?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><br />
Si me preguntas como lo conocí te contesto que no pasó nada más ni nada menos
que lo típico. Noche de chicas solteras en un bar cerca del trabajo y al lado,
justo donde las miradas no necesitan de anteojos para ver de lejos, una mesa
de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>solteros con un solo objetivo: no
dormir solos por lo menos por esta noche. Miradas van, risas vienen, los
muchachos se entretienen y nosotras que otra vez caímos en el típico juego de
aceptar con falsa sorpresa una avalancha de frases robadas sin discreción de sobres
de azúcar seguidas, ademas, de un sin fin de acciones estereotipadas en cadena
que – a pesar de todo-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>le terminaron
funcionando a él. A él que una vez más se levantó una minita y a mí que una vez
más me dejé llevar por mi libido en alza hasta el punto de que, al día
siguiente, estoy en el baño del trabajo, sonriendo frente al espejo y frente a
la pregunta en forma de mensaje de texto calentito recién salido de su celular:
¿Salimos? </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><br />
Y entonces, como pasa siempre, el poder de los Gemelos Fantásticos se activa,
pero no para convertirme en cubo de agua, sino en una excelente estratega,
experta en manejo de tiempos, ansiedades y modos de respuesta a este tipo de
invitaciones. Hago silencio para escuchar la voz de la experiencia que me susurra
al oído que en este tipo de situaciones hay dos maneras de reaccionar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Uno, le contesto al toque sabiendo que él se va
a dar cuenta de que estoy esperando su contacto mas que el delivery de comida
casera amigo de solitarios incapaces de cocinarse o ,dos, me hago la que no
importa ese mensajucho y aún sabiendo que él se da cuenta que me estoy haciendo
la Diosa pero que voy a caer como un mosquito, mas temprano que tarde, le
contesto al otro día a la hora after office porque es ese momento del día que
pareciera que le contesto porque es mi ultimo plan sin que él se de cuenta que
es mi único plan. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Aclaración para las chicas: la invitaciones a
salir de ninguna forma se contestan a la mañana del día siguiente, porque
deschabás al toque tus altísimas ganas de estar con él o con alguien (que no es
lo mismo) y luego es dificilísimo limpiar tu imagen de Sola Desesperada.
Aclaración para los chicos: si reciben una contestación a la mañana, no
necesariamente ella esta muerta por vos, quizás el mensaje lo tenía en la
bandeja de salida y se envió sin previa orden. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Chicas: aunque estemos muy interesadas con el
muchacho en cuestión lo último que se pierde es el Glam (de Glamour: termino
acuñado en la Bolu Sosaiety para describir la condición de fashionista
pelermitano venido a menos con aires de venido a mas) y a lo que primero se
culpa es a la tecnología. Siempre es mejor decir un “No se que pasó, te juro
que nunca apreté Send” a quedar como unas desesperadas. <br />
Volviendo al tema, el problemón es cuando te haces la “Diosa No Me Importa Nada”
y te sale mal porque él no contesta y la salida se frustra porque claramente él
tomó la rienda de la situación y vos vas volver a ser la Cenicienta que eras
sin siquiera haberte probado el zapatito de cristal. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Pero en esta historia él contestó rápidamente y lo
que siguió fue lo de siempre: taxi en mi puerta para llegar por mi propios
medios –me pregunto porque ya no está de moda el elegante gesto de que te pasen
a buscar-, cena, tragos que van y vienen, comentarios político livianos, tanto
como para no terminar en bandos contrarios, y muestras gratis de besos
tanteadores que tienen por objetivo diagnosticar si todo da para que termine en
un único lugar: su/mi cama.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">La primera cita fue buena, la segunda muy buena,
la tercera excelente y así sucesivamente hasta que la relación se fue afianzando
en el tiempo casi sin pensarlo: llamados diarios, mensajes de texto, de voz, de
él, de mis amigas preguntándote como va todo, de mi psicóloga preguntándome porque
no voy mas, -¿Para que voy a ir si mi problema era la soledad y ya es un tema
solucionado?, acordate que habíamos resuelto en la sesión numero doscientos
cuarenta que o me compraba un perro o me conseguía un novio y como el perro me
salía muy caro de mantener, el novio en principio no –le dije-. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Todo se fue dando tan naturalmente como aprender
a caminar, a hablar, a tomar mate sin quemarte, como a decir te quiero a un
amigo, abrazarlo y no sentir vergüenza.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">De cada siete días, cinco estábamos juntos y luego
seis hasta que la semana completa se nos pasaba volando entre casa y casa. <br />
Como quien no quiere la cosa, me encontré haciendo cosas que nunca pensé que
iba a hacer por alguien, ya no digo por un hombre: mandarle mensajes de buenos
días, de buenas tardes, buenas noches y hasta de buenas madrugadas y esperar
los suyos para poder dormir. Cocinar más de dos noches seguidas luego de haber
trabajado doce horas completitas. Lavar los platos de la cena romántica además
de los acumulados del día anterior, impulsar un cumpleaños sorpresa cuando no
festejo ni el mío, entre otras tantas e inexplicables reacciones nacidas de mí,
una persona que ya pocos reconocen. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Mientras las escenas mas cursis hollywoodenses
eran cosa de todos los días, fuimos modificando, como toda pareja que se digne
de tal, la forma de llamarnos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Primero
elegimos diminutivos, luego ridículas onomatopeyas hasta que tomamos el camino
sin retorno de llamarnos por nombres de animalitos – motivo de risa de todo el
mundo salvo de nosotros dos, claro-.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Pasaron los primeros meses de la relación y en
ningún momento nos vimos envueltos en la típica burbuja del enamoramiento
alocado que cuando se rompe te salpica de pura e irreversible realidad, si eso
era bueno y malo no fue algo que nos develara.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Hasta que un domingo que se perfilaba como
cualquier otro, de esos en que cada uno se separa para visitar a sus
respectivas familias, momentos antes de cruzar el dintel de su puerta algo me pasó,
algo se me confundió entre una libido en estado de ebullición y un sentimiento
en estado de sublevación y se me escapo un <i>Te Amo.</i><br />
<br />
(Silencio) <br />
<br />
- Se me escapó, no lo quise hacer, lo juro. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">- Pero te dije que no tenias que decirlo tan
pronto, si venias bien diciendo un cálido <i>Te Quiero</i>: vos le decías te
quiero, el te respondía te quiero y ya, todos felices comiendo perdices ¿Porque
tenés que complicarla con un <i>Te Amo</i> que termina siendo como un inhibidor
de hombres tipo gas pimienta? ¿No te das cuenta que no pueden resistir la
frase? Claro, a vos se te escapan las palabras así como así y yo soy el que
termino destrozado, llorando por los rincones de la casa de tu vieja, del diván
de nuestra psicologa y del asiento del cine un sábado por la noche. Siempre lo
mismo, no aprendes mas: o lo decís sin sentirlo solo porque el otro lo dijo
primero como cuando tenias veinte, o se te cae así como así, creyendo que el
mundo esta preparado para escucharlo. Ahora, nena agarrate porque o sale
corriendo o se queda, y si se queda querida ahí te quiero ver – te dice el
corazón que para realista pocos como él-. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Luego del sincericidio dicho así como así, de la
nada misma o del todo mismo, él te da un abrazo, un silencioso abrazo y me fui a
almorzar con mis viejos en un domingo que ya no es como todos los domingos, por
que es el día en que le dije por primera vez <i>Te Amo</i>. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><br />
Como solo fue un acto fallido digno de ser analizado por todas las sesiones de
terapia que te alcancen con los sueldos y aguinaldos venideros de acá al día
del juicio final o un exabrupto de mi corazón que ahora se envalentona
reprochándote el descuido como si no tuviera nada que ver con el caso no
esperas ninguna respuesta de él. O en realidad, sí, espero la misma frase dicha
sin el descuido con la que la dije yo, o sea, lo mismo pero sentido
verdaderamente. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Un día, en medio de una clase de Origami tan interesante
como todas, el celular entona las más bellas notas anunciando un nuevo mensaje
de texto de él:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<i><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Te Amo. Yo</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Lo primero que pensé es que alguien se había
equivocado. Que ese mensaje no era para mí, que seguro que el tarado de Max me
estaba jugando una broma y que de ser así se iba a tener que olvidar de mi
amistad para siempre. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Pero lo leí de nuevo, y el remitente era de él,
sin ninguna duda. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Dos palabras, cinco letras, las combinación
semántica perfecta que estaba esperando. Con el brazo rojo de pellizcarme al no
creer lo que te estaba pasando, interrumpí a una compañera para que me confirme
que lo que estaba leyendo era real. Confirmadísimo, el te amo es de él y seguí
sin creerlo, y me falta plegar otra alita para que la grulla sea grulla y no un
pato pero no me importa y le pedí a otra compañera que termine de plegar el
piquito para poder salir a llamarlo y entonces le pregunté a otra si estoy linda
cuando me recordó que sólo era una charla telefónica. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><br />
<br />
<b>183 días después del <i>Te Amo <br />
</i></b>Que enorme felicidad. Un hombre en la faz de la tierra que siente igual
que yo. Que se juega a todo o nada y que apuesta por un futuro de dos cuartos de
helados juntos pero no mezclados. <br />
Comencé a sentir la necesidad de que el mundo lo sepa empezando por mi familia
-que es la misma que él se niega a conocer cada vez que se lo planteo-, de pasar
mucho mas de siete días a la semana con él y empezar a buscar niditos de amor
para dos con habitaciones para tres… o cuatro –aunque no quería ir demasiado rápido-.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><br />
Pero algo pasó. Luego de mi <i>Te Amo</i>, dicho sin pensar y su meditado <i>Te
Amo</i> gradualmente pasamos de nuestros apodos de animalitos, a las
onomatopeyas y volvimos a llamarnos solo por nuestros nombres a secas, sin ni
siquiera usar los diminutivos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Comenzaron a ser más frecuentes los días en que
vestíamos pijamas ridículos mirando una película de las del montón un sábado a
la noche que los que nos esforzábamos por vestirnos bien el uno para el otro. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Aumentaron las salidas de “soltera” que las
salidas de “cazada” -sí, con Z- , o lo que es peor, me acompañaba a las salidas
con cara de pocos amigos y se iba antes de que termine argumentando cansancio o
aburrimiento o ganas de no estar ahí –que era lo mismo-. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">No sexo. No charlas. No discusiones -aunque
hubiera sido, por lo menos, un modo de comunicación. Nada. Ya no sonaba ni un
Te quiero dicho al pasar. <br />
<br />
<b>Día 366. Día del No Sos Vos Soy Yo</b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><br />
Una noche en un bar cerca del trabajo, en el mismo donde comenzó todo, no pasó
nada más ni nada menos que lo típico:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">- Sos la mujer con la que soñé toda mi vida y
soy en este momento el hombre más triste del universo porque no te puedo amar
como vos me amas a mí. Mirá que lo intenté de muchas maneras, pero me estaba
sintiendo mal al no corresponderte en el sentimiento. No Sos Vos Soy Yo. <br />
-¿Vos me estas dejando porque si bien me querés y soy la mujer perfecta para
vos, no me podes amar como yo te amo a vos? ¿Que diferencia hay entre los <i>te
quiero</i> iniciales y los <i>te amo</i> posteriores? En un principio letras
pero debe haber algo mas ¿Será que el <i>te amo</i> implica un nivel de
compromiso mayor que el liviano <i>te quiero</i> aunque sea <i>mucho</i>?.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Esa noche no volví a dormir en la misma cama que
él. Y mientras me quitaba el poco maquillaje que quedaba luego de que las lágrimas
se llevara el resto, me pregunté cual era la diferencia entre mi <i>te amo </i>diciéndolo
a los ojos y el suyo vía mensaje de texto. <br />
Silencio. Ése que aturde. El más profundo de los silencios.<br />
Ahí esta la diferencia. Yo lo dije con el mismísimo corazón, a los ojos y con
un beso y él lo dijo con los dedos, al celular y a la distancia. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">El día que dije <i>Te Amo</i> la relación
cambió. Luego de 366 días sin él, puedo decir que cambió para bien. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;">Pero todavía me sigo preguntado ¿Cuantas vidas
uno puede vestir mientras se vive una sola?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><i><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="color: #0b5394;"> Si te gustó el cuento podes votarlo</span> <a href="http://www.fictioncity.net/talent/viewVideo?idvideo=9047&l=es" target="_blank">ACÁ</a> </span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><i><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-AR;"><i><span style="color: #0b5394;">Compartí el</span> <a href="http://www.fictioncity.net/talent/viewVideo?idvideo=9047&l=es" target="_blank">link</a> <span style="color: #0b5394;">en tu muro de</span> <a href="https://www.facebook.com/" target="_blank">FACEBOOK</a> <span style="color: #0b5394;">y en</span> <a href="https://twitter.com/" target="_blank">TWITTER</a>.</i></span> </span></i> </span></div>
BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-8764729451789983752012-08-02T04:07:00.000-07:002012-08-02T04:23:04.081-07:00Treintañeras IV: la que piensa que tiene solo un par de manías… nada más.<br />
<div class="MsoNormal">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-eoJDu1Eb48s/UBpg__6ZlkI/AAAAAAAAANE/jN4XosZ8jPA/s1600/1950swife2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-eoJDu1Eb48s/UBpg__6ZlkI/AAAAAAAAANE/jN4XosZ8jPA/s320/1950swife2.jpg" width="272" /></a><i><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;"></span></i><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Las
etiquetas de todos los productos que usás en tu casa mirando hacia el frente.
No solo la mayonesa y la mostaza de la heladera, sino los del baño, los del lavadero
y si el mono ambiente tuviera mas de una habitación todas las etiquetas
mirarían al frente como soldados de una batalla en la que si se suma algún
extraño del bando contrario, siempre gana la dueña de casa que en este caso
vendrías a ser vos. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">La toalla
de las manos doblada en dos, el gatito de la fortuna mirando a la puerta junto
con el elefante de la suerte, las plantas cerca de la ventana, los sahumerios
en el cajón de la izquierda, dos almohadones por cada cuerpo del sillón, las
cremas para la cara de un lado las del cuerpo de otro, las remeritas ordenadas
por colores calidos y fríos. Los cuchillos con los tenedores y las cucharas
grandes con las chicas. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Los libros
de autoayuda cerca de los de psicoanálisis, los de ficción en castellano cerca de
los de ficción en inglés de cuando intentaste ser bilingüe. En el medio, los
apuntes de la facu que no leíste en los últimos diez años pero los tenés ahí
por las dudas. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">En la
botella de agua fría nunca se prepara jugo, el vino que se abre se termina en
el acto, si se barre también se plumerea, los vidrios de la ventana no se
limpian nunca salvo que llame Perkerman. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">A los
treinta o treinta y pico, que para estas alturas ya no ninguna diferencia, hay
algunas cositas que son así, como inamovibles, algunas costumbres que una tiene
incorporada que fueron creadas antes que Dios terminara el mundo al sexto día. Algunas
pequeñas manías que está ahí desde que explotó lo que explotó y se creó la
galaxia misma, o desde que el mono un día dijo: “Che hoy juega Racing prendé la
tele” y se transformó en Homo Sapiens. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Son pocas
manías –hombres, sepan que hay muchísimas más- que hay que respetar y Dios me
libre y me guarde –diría mi abuelita- de no cumplirlas. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Para
terminar les digo a ustedes hombres –que también tienen lo suyo- lo peor es que
no hay vuelta atrás y deben saberlo de antemano. Digo que no hay vuelta atrás
porque de no cumplirse algunas de estas inocentes reglas de convivencia la angustia
y el desánimo se apodera de nosotras y la vida ya no es la misma. Sepan que
vamos a hacer un esfuerzo por cambiar el lugar del gatito de la fortuna, pero
tengan en cuenta que ya no es lo mismo y no lo será hasta que todo vuelva a su
lugar. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Cualquier
inconveniente con lo expuesto, queda habilitado el libro quejas. </span></div>BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-18266911072852115172012-07-14T08:15:00.002-07:002012-07-14T08:32:02.578-07:00Treintañeras III: la que se queja de que sus padres no saben mandar un mail y ahora no sabe manejar un Smartphone<span style="font-style: italic;">(Texto Publicado en Victoria Rolanda el 10 de julio de 2012)</span><br />
<br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-hK8RAi8PJdE/UAGQ4yiVnYI/AAAAAAAAAMo/cswfxyB9hrs/s1600/woman-on-telephone.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-hK8RAi8PJdE/UAGQ4yiVnYI/AAAAAAAAAMo/cswfxyB9hrs/s320/woman-on-telephone.jpg" width="250" /></a>Estás disfrutando de un domingo apacible con tu gata, el mate, el
diario prestado del hall del edificio y el olor leña a punto de ser
asado de tu vecino, cuando de pronto te encontrás delante de tu nuevo
Smartphone. Súper cool, súper touch screen ¡¡¡Súper difícil de
domesticar!!!<br />
<br />
Todo comenzó cuando le aceptaste a un reverendo desconocido, símil
contestadota automática, un cambio de equipo. El que tenías con pantalla
ámbar ya no servía ni para despertador. Para vos con llamar y recibir
llamadas era suficiente pero no. Pensar así hoy en día sería como tener
delante una torta de chocolate y conformarte con la frutilla del medio.
¿Cómo conformarte con una hamaca oxidada si te ofrecen un parque de
diversiones en tus manos con miles de opciones para comunicarte con el
resto de la humanidad? <br />
Así es que luego de leer el manual de instrucciones en los treinta
idiomas disponibles, no podés escapar a la pregunta que toca vorazmente a
la puerta de tu ignorancia: ¿Qué corno es un Smartphone? <br />
Así es que como de Smart sólo conoces al Maxwell, el Súper Agente 86,
inmediatamente volteás tu cabeza hacia la biblioteca y, con vista de
rayo láser, esperás encontrar tu gastado diccionario de la primaria para
que te desasne un poco. Pero no sólo no lo encontraste sino que no
estás orgullosa de no saber donde quedó en medio de esa biblioteca con
muchos libros leídos, otros tantos sin leer y la Tablet en medio,
mofándose de tener guardados muchos mas libros de los que serás capaz de
leer en un vida.No encontrarlo te da la inevitable nostalgia
treintañera, esa que también puede aparecer a los veintipico. Nostalgia
de cuando buscabas una palabra por la primera letra, luego por la
segunda y tercera hasta que la encontrabas y luego, una vez aprendida,
leías los significados de las palabras aledañas sólo por curiosidad y
poco también para no terminar la tarea que siempre era aburridísima.<br />
<br />
Fue en ese preciso instante en que el Smartphone comenzó a bailar
antes tus narices cantando a cappella y recordándote la pregunta y
entonces te diste cuenta de algo que inevitablemente marca con sello de
fuego esto de ser treintañera: podés buscar el significado de Smart
Phone en el mismo phone, o sea, en tu mismo teléfono. ¡Increíble! Para
cuando te diste cuenta de esto del asado de tu vecino sólo quedaron
cenizas. Solo resta hacer un sincero mea culpa con una firme promesa de
ayudar a tus viejos a prender la compu y mandar mails por el resto de tu
vidaBARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-79098709691684365362012-06-25T19:45:00.002-07:002012-07-14T08:38:23.675-07:00Treintañeras II: La que tendría un hijo y en cambio adopta… lo que sea<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-S7rES0zGIKQ/UAGSTfHQJbI/AAAAAAAAAMw/64NS_EjxM-4/s1600/cat.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="308" src="http://3.bp.blogspot.com/-S7rES0zGIKQ/UAGSTfHQJbI/AAAAAAAAAMw/64NS_EjxM-4/s400/cat.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="font-style: italic;">(Texto Publicado en Victoria Rolanda el 18 de junio de 2012)</span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR"> “Me dan asco los besos en la boca”, decías a los diez y a los quince los
buscabas como loca y se te hacían la figurita difícil si eras la gordita cuatro
ojos, la traga chupa sirios o la buenuda obrera de las tareas del chico bonito
de turno.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR">“Solo me interesa la carrera. Quiero focalizarme en meter todas las
materias” decías a los veintiuno sin olvidar que te aburrían hasta el hastío
las publicidades de pañales y aceites para la colita y a los treinta fuiste
capaz de dar por finalizada la carrera sin haber cruzado la línea de llegada y
no tendrías un hijo ya ya ya, pero las vidrieras de ropa para bebés comienzan a
parecerte súper cancheras. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR">Y es que a los treinta y pico sos capaz de reír con la sonrisa de un
bebé y luego, cuando el hechizo se rompe, mirar a todos lados para constatar
que nadie se haya notado la multitud de hormonas amotinadas pidiendo a
cacerolazos limpios que tengas un bebé ya o dentro de poco porque sino van a
empezar a caer como moscas sin haber disfrutado de la dulce espera. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR">Es que si tenés novio desde hace mucho, y mucho digo un año –eso es
verdaderamente mucho para una treintañera- tu viejos y/o suegros ya ni piensan
en el casamiento, viajan derecho y sin escalas al pedido de un nieto no tanto
porque quieran que vos tengas un hijo sino porque ellos quieren tener un nieto.
Si no tenés novio el problema es doble, porque tus viejos siguen queriendo ser
abuelos pero no te facilitan la búsqueda de un padre cosa que debería suceder
si es que de nuevo ellos son los que quieren tener un nieto a toda costa. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR">Así es aunque estés en una u otra situación las ganas de ser madre te
aporrea la conciencia pero quizás no es el momento y entonces ¿Qué haces?, lo
que hacemos todas: te compras una mascota o lo que es peor te enganchas con un
pibe que parece una mascota porque lo único que hace es comer, mover la colita
sólo de vez en cuanto, dormir y reclamar afecto cuando nadie esta dispuesto a
dárselo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-AR">No te preocupes, todas pasamos por lo mismo. Hacé una cosa, si viste un
enterito de bebé re canchero compralo, no se lo muestres a nadie salvo a quien
creas que se puede bancar tu hormonazo –y no solo hablo de algún mascotón de
turno, también hablo de tus amigas que todavía pasan de largo en las vidrieras
para chicos- y mientras tanto corre la voz por si alguien sabe de una gatita
para adoptar. Por mi lado, el enterito esta guardado bajo cinco llaves, a mi
gata la tengo cebándome mate mientras escribo esta columna y el mascotón cada tanto
mueve la colita y yo le reclamo afecto.</span></div>
BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-88816321726488427922012-05-28T04:13:00.000-07:002012-07-14T08:47:42.271-07:00Treintañeras I: La soltera post-casada<span style="font-style: italic;">(Texto Publicado en Victoria Rolanda el 28 de mayo de 2012)</span><i> </i><br />
<br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-Y97_CoDGUKw/UAGUh_89MwI/AAAAAAAAAM4/Y7PWzB5aKkw/s1600/Swimwear-for-Pin-Up-Girl-Stylert--500x332.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="http://4.bp.blogspot.com/-Y97_CoDGUKw/UAGUh_89MwI/AAAAAAAAAM4/Y7PWzB5aKkw/s320/Swimwear-for-Pin-Up-Girl-Stylert--500x332.jpg" width="320" /></a>Somos muchas. Somos tantas como las que hayamos nacido hace treinta y pico de años. Tantas como querramos ser, como seamos. Pero… ¿cómo somos las que tenemos treinta o ya no pasamos hasta de esa raya?
<br />
<br />
Yo soy lo que soy
<br />
Si luego de leer este titulo no estás tarareando la famosísima canción de Sandra, devenido en himno del orgullo gay, pero que nos viene de perillas, con los pelos batidos y el cepillo en la mano haciendo de micrófono es que no tenés treinta pero igual podes leer esta nota porque quizás se transforme en el DeLorean que te transporte hacia lo no quieras ser en tus futuros treinta y pico.
Antes de seguir necesito anclarles que nada esta más lejos de mis costumbres el encasillar a las personas en arquetipos, porque tal como decía Sandra somos lo que somos pero está claro que todas, absolutamente todas, nos parecemos en algo y eso es lo que a la vez nos une. <br />
Asi es que intantaré, en esta primera entrega a la que le seguirán otras cuatro, describir a por lo menos cinco tipos de mujeres que fuí, que seré o que fueron o serán todas las mujeres que me rodean. <br />
Vuelvo a advertir, haré esto aún a riesgo de ser linchada por aquella de treinta que no se identifique con las que describiré en este preciso momento.
<br />
<br />
La soltera post ¨casada¨
<br />
Es una de nosotras que no estuvo casada pero así le decían porque estuvo de novia por muuuchos años -en este caso las reiteradas U hacen al caso-. Cuando digo muchos son mas de cinco, aunque para mí mas de uno es muuucho con las mimas cantidades de U. Es aquella que es encuentran muy a menudo tanto, que en un grupo de cinco, dos hacen un porcentaje muy alto -le chiste de la U me tienta de nuevo, pero se que ya no da gracia- y en una votación de temas femeninos candentes hacen que peligre el resultado final. Es, en realidad, un tipo muy común entre nosotras si es que tuvo la suerte no tan común de conocer a un hombre sensato, buen mozo, divertido, inteligente, caballero, de buena posición económica y amigo de la familia y los animales a los diezypico, porque a los treinta una pareja larga, que haya funcionado y fracasado luego de muchos años solo pueden gestarse en la secundaria, ya no en la primaria porque la que le haya pasado lleva a cuestas dos divorcios pero también lleva a cuestas, felizmente, dos separaciones de bienes, o sea que en el dormitorio tiene una televisión de tubo de uno y una VHS de otro –quizás para la próxima separación de bienes puedas ligar un HD 3D full cinco puertas-. Así es que este tipo de nosotras, luego de haber abandonado los boliches a muy temprana edad, ahora le exige a la luna que no duerma o que techen Buenos Aires y necesita bajar un cancionero para entender las unifacéticas canciones de la nueva movida del reggaetón para, estar a la moda y perrear en la pista de la disco mas canchera.
Si sos una de ellas, te admiro, si no sos y tenés alguna cerca, decile que la admirás por haber sabido llevar una relación tantos años, abrazala y decile que no pare de disfrutar lo que no disfrutó porque en cualquier comento se topa con otro que aunque sólo tenga una de las características del anterior, seguro que volverá a abandonar las pistas y quizás a los cuarenta y pico con un HD bajo el brazo y dos hijos, el reggaetón haya pasado de moda y tenga que aprender otro ritmo nuevo.
<br />
<br />
No te pierdas la próxima entrega con una nueva descripción de tipos de Treintañeras. Igual a vos, igual a mí, igual a todas.BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-2479793635734737872012-03-08T10:20:00.001-08:002012-03-08T10:20:34.061-08:00A las Mujeres que aman demasiado*<span style="font-style:italic;">Hoy también es el día de las mujeres que aman mucho. Tanto que es demasiado. </span><br /><br />¡Atención! Quizás las próximas líneas no sean del tono a las que las tengo acostumbradas. El punto es que encuentro la imperiosa necesidad de aprovechar este día para hablarte mirándote a los ojos y sin pestañar a vos que quizás sos o fuiste, como yo, una mujer que ama al otro mucho mas de lo que te amas a vos misma y no porque te salga la Madre Teresa de Calcuta de adentro sino porque estas desesperada porque te quieran por lo menos mas de lo que fuiste querida en toda tu vida.<br /><br />Asi es que tarde o temprano, mas la segunda que la primera, nos volvemos adictas. Si, adictas. Mamamos del Inconsciente Colectivo, de nuestra madre, encargada o tutora y hasta de cualquier mujer con la que podamos hablar en la parada del mismo colectivo en el que viaja el inconciente, una especie de adicción intrauterina por rehabilitar hombres tarados y habilitar relaciones que en teoría son amorosas, pero que en el fondo no son mas que un parche para una necesidad mas profunda que es la de ser queridas a toda costa. <br /><br />Solo te quiero pero igual sigamos saliendo porque quizás algún día te ame. Tengo mucho problemas así es que prefiero estar solo. No sos vos, soy yo que no se que quiero. Son solo algunas de la frases que no transportan casi a la velocidad de la luz a un infinito punto rojo lleno de excusas de hombres que no nos quieren bien y que lejos de alejarnos no acercan al punto tal de no reconocer que si lo de “Mi Mama Me Mima” hubiera sido real en nuestra niñez, no elegiríamos ese tipo de relaciones que hasta nos dejan a nosotras mismas de lado. En ese lado oscuro de una luna que esta mas cerca de ser de hiel que de miel.<br /><br />Pero como decía el Chapulin Colorado, “que no panda el cúnico” porque el trabajo es como de hormiga, arduo pero necesario. Asi es que te propongo, para la próxima entrega, que pensemos juntas un lista de recomendaciones para ir tomando cartas en el asunto antes que el asunto nos gane de mano, nos muestre su mejor carta y nos cante truco en la cara. <br /><br /><br /><br />*NORWOOD, Robin. Women Who Love Too Much (Mujeres que aman demasiado). 6ta ed. Barcelona. Zeta. 2009. 324 p.BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-12834370567267228082012-02-14T10:26:00.003-08:002012-02-27T06:02:56.376-08:00Feliz día de San Queni<a href="http://4.bp.blogspot.com/-64LLNIkDXSE/Tzqo0JJP8GI/AAAAAAAAALY/w85y4qLpoxc/s1600/cupidshot.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 384px; height: 306px;" src="http://4.bp.blogspot.com/-64LLNIkDXSE/Tzqo0JJP8GI/AAAAAAAAALY/w85y4qLpoxc/s400/cupidshot.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5709061091406901346" /></a><br /><span style="font-style:italic;">(Texto Publicado en Victoria Rolanda el 14 de febrero de 2012 Dia de San Valentín)</span><br /><br /><span style="font-style:italic;">Que ni estás desoladamente soltera. Que ni estás felizmente enamorada. Queni’ Day es el día indicado para que festejen personas como vos o como yo, que habitamos el anárquico limbo de los excluídos tanto del Día del Soltero como el de San Valentín.</span><br /><br />Que ni podés festejar el Día de San Valentín:<br /><br />Por estos días, donde la imagen de Cupido se cuela entre vidrieras de regalarías y revistas para chicas, comenzás a creer –sin quitar el correspondiente grado de responsabilidad que te toca- que el infantil Cupido le erró y te apuntó justo con la flecha de punta de plomo del olvido y el desamor en lugar de la flecha con punta de oro que pareciera que es la que usó para el resto de la humanidad enamorada que invertirá el 14 de febrero en bombones derretidos solo para asegurarse a su media naranja algunas horas, días o años más. Y es que si no, no se entiende que las hojas de tu calendario practiquen bungee jumping hasta el tacho de basura sin siquiera una cita a la ginecóloga.<br /><br />El punto es que para festejar el día del santo de Valentín hacen falta dos. Dos que por lo menos se correspondan en un sentimiento. Aclaro que por el solo y egocéntrico hecho de pertenecer al grupo de los inversores de tasas de corazones no vale tener un amor platónico o estar enamorada del amor.<br /><br />Que ni podés festejar el Día del Soltero:<br /><br />El punto es que si solo llegás a ser dos de vez en cuando y con el chico de pocas décadas que cada tanto te saquea la heladera a cambio de que vos le robes algunas horas de cama, tampoco calificás para festejar el día de quienes están solos, solitos, solos.<br /><br />Que sí podés festejar el Día de San Queni:<br />Así es que, finalmente, deberías adorar a este santo pagano recién inventado que te acepta tal cual sos, sin novio, con un garch and go, un santo que ni es santo, que ni es real, pero qué lindo sería que fuera cierto.BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-46629516314512434722012-02-06T06:25:00.000-08:002012-02-06T06:54:44.729-08:00Una golondrina hace verano<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/-y9FWORKjEHw/Ty_psOk8xHI/AAAAAAAAALM/hqBudFkP6-4/s1600/mujer-viaje-femenino_thumb.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 323px; height: 212px;" src="http://2.bp.blogspot.com/-y9FWORKjEHw/Ty_psOk8xHI/AAAAAAAAALM/hqBudFkP6-4/s400/mujer-viaje-femenino_thumb.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5706036198938297458" /></a><br /><span style="font-style:italic;">(Texto publicado en Victoria Rolanda el 6 de febrero de 2012)</span><br /><br /><span style="font-style:italic;">Ya llegó febrero y aún no te fuiste a ningún lado. Tampoco sabrías dónde. El fin del verano pronto te va a estar pisando los talones y vos todavía sin plan. Pero como las golondrinas, hay que moverse. Y a esta altura, la verdad, es que poco importa con quién.</span><br /><br />Enero pasó sin pena ni gloria entre pelopinchos y delfines de plástico en casa de tus sobrinos, valientes chapuzones en dudosas aguas tigrenses y alguna que otra invitación a la pileta de una amiga que, luego de pagar expensas de oro durante diez meses, usa como trampolín su balcón, al igual que sus otros ciento veinte vecinos durante dos cortísimos meses.<br /><br />Y es que febrero lleva una semana, pero pareciera que en cualquier momento se vence sin haberlo abierto, como la leche que comprás y nunca tomás. Mientras tanto, vos seguís con el pescado sin vender o, peor, con las vacaciones sin organizar.<br /><br />Todas tus amigas se fueron, volvieron y ya se están pelando. Todos tus compañeros de trabajo ya se fueron, volvieron y trajeron alfajores. Toda tu familia se fue, todavía no volvió y preferís que no lo hagan. Todos tus contactos de todas las redes sociales se fueron o se están por ir y preferís no ver ninguna foto feliz ni leer ningún comentario al respecto porque todavía Mark no inventó el tan deseado boton de “NO ME GUSTA”. Y vos no te fuiste, no estás por irte y tampoco te gusta porque simplemente no sabés a dónde ni con quién.<br /><br />Y es que viajar sola se transformó, desde hace muchos años ya, en un deporte de riesgo, un salto sin arnés ni instructor al submundo infinito de una interioridad que no querés volver a enfrentar por lo menos en vacaciones.<br /><br />Además, a menos que acepten patacones, los ahorros no te dejan soñar con cambiar de país, ni de estación y menos de idioma, así es que a estas alturas y con el tiempo siendo mucho más tirano que en la televisión, las opciones se cuentan con los dedos de Mickey, del Coyote o de cualquier otro personaje que tenga pocos dedos.<br /><br />Así es que –sermón materno mediante- vas a hacer lo que nunca hiciste: aceptar la invitación que te hizo en una fiesta, entre copas de más e inhibiciones de menos, un perfecto desconocido y ahora futuro compañero de viaje.<br /><br />Y es que una golondrina hace verano y sobre todo si está terminando.BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-69473737407109515892012-01-16T06:23:00.001-08:002012-02-27T05:56:22.706-08:00El Gen de la Mujer Maravilla<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/-YktPBHe2lB0/TxQzXJnewRI/AAAAAAAAAKc/cJEp0M_LGZk/s1600/wonder_woman2.png"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 282px;" src="http://1.bp.blogspot.com/-YktPBHe2lB0/TxQzXJnewRI/AAAAAAAAAKc/cJEp0M_LGZk/s400/wonder_woman2.png" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5698235901342040338" /></a>
<br /><span style="font-style:italic;">
<br />
<br />
<br /><span style="font-style:italic;"><span style="font-style:italic;">Si al nacer, el obstetra nos hubiera palmado la cola y luego nos hubiera susurrado al oído el notición de que nacimos con el mismo gen que nacen diez de cada diez mujeres, o sea, el gen de la Mujer Maravilla, nuestra vida hubiera sido otra o, por lo menos, una sin tantos enemigos internos.</span>
<br />
<br />Generalmente no somos inmortales, no lucimos una exuberante delantera ni una cintura de avispa como la de Linda Carter. No vestimos lazos mágicos ni brazaletes invencibles, ni mucho menos tenemos la capacidad de girar y convertirnos en otra mujer. O sí.
<br />
<br />“Yo, puedo”, es la frase que nos impulsa a girar las vueltas necesarias para convertirnos en aquella mujer que una vuelta antes juramos nunca más volver a ser. Esa que, con el gen a flor de piel, se vuelve a vestir con el traje de empleada de un trabajo que no quiere, se maquilla de colores para la cita con un fulano que tiene más de villano que de superhéroe, se peina la media cola tirante, tirante para ser buena hija y mejor alumna y se compra tetas de cotillón para levantar más los ánimos que la altura de los breteles.
<br />
<br />Si a los treinta y pico te diste cuenta de que tu “yo, puedo” le salva la vida a muchos menos a vos misma, poné los brazos en posición de jarra y agarrate fuerte, porque estás a tiempo de dar una vuelta más y, quién sabe, te convertís en esa mujer que juraste alguna vez ser.</span>BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-82321965399330473302011-12-12T05:23:00.001-08:002012-02-22T03:09:41.205-08:00Todo por dos besos<span style="font-style:italic;">Si tuvieras que hacer hoy, a tus treinta, la típica lista que hacías a tus quince de los chicos que te gustan, te chapaste, te curtiste o todo eso junto, no alcanzaría toda la producción de madera del Amazonas de acá hasta el día del juicio final. En ese extenso listado, te están faltando pocas figuritas para completar el álbum de la raza masculina. Piloto de avión, artista hippie chic, oficinista físico culturista, psicólogo depresivo seudo feliz, el halagador vendedor de ilusiones y de seguros, hétero devenido en homo y hasta un señor de las cuatro décadas casi cinco devenido en pendeviejo a la moda. Pero en esa lista te faltó uno que hasta que no lo conociste no lo creíste: el obsesivo por el número dos.</span><br /><br />"Todo lo cuento por dos", te dice mientras pide un trago para vos y dos para él.Que curioso -pensas- ahora que su trastorno obsesivo compulsivo te va pareciendo divertido. Así empezó la cita. Por lo que tenés entendido y practicado, en las primeras citas uno intenta impresionar al otro con sus mejores cualidades porque no se sabe si habrá segunda vuelta así es que te pones tu mejor vestido, realzas tu mirada intentando delinear los ojos para que no crea que te maquillaste en el zamba, lees el diario y sus suplementos durante una semana para poder hablar con propiedad de temas varios evitando tocar algunos rispidos como la política y la religión y sacas tu mejor sonrisa que es aquella que sabe ocultar a la perfección tu diente torcido. A pesar de todo, de haber cruzado las piernas como un lady, haber comido menos de lo que hubieras comido y tomado lo justo y necesario para no caer en el sin retorno barro de la borrachera triste, él saco lo peor de si a las dos menos dos minutos de una madrugada que hasta el momento se perfilaba prometedora porque, por lo menos, acercaba un moro a la costa de una cama que no recibe ningún tipo de espécimen desde hace dos meses y dos días. <br /><br />A esta altura, das por tierra toda posibilidad de una segunda cita no solo porque comienza a darte picazón el número dos sino porque además te vas transformando en la Súper Psicóloga Arregla Hombres que juraste nunca más ser pero que ahora se muere por ahondar en el tema. El final de su segundo trago le da comienzo a otros dos mientras mastica de dos en dos pochochos servidos de a par mientras te lleva a dar una vuelta por la montaña rusa de un universo nuevo lleno de curiosidades del tipo: Si tengo sed y hay cuatro botellas en la heladera, tomo dos para dejar dos -confiesa-. Mientras manejo voy contando los postes de luz de dos en dos y si el semáforo me frena en el poste impar sigo de largo, me falta una y llego a las doscientas multas. Compro remeras verdes azuladas de par en par y desde chiquito trato de evitar las veredas con baldosas, pero si no puedo, salto para caer en las pares, evitando tocar los bordes. Lo bueno -sigue pero ahora guiñándote el ojo y sonriendo a lo galán de culebrón- lo bueno, es que en la cama también es todo por dos.<br /><br />Justo en el momento en el que estás a punto de pensar que ese último comentario podría borrar con el codo todo lo otro que escribió con la mano, termina confesando que así como ofrece doble, pide doble y no solo de una mujer –porque sería impar- sino de dos.<br /><br />A estas alturas donde tu sonrisa se canso de ocultar lo obvio, tu maquillaje se parece al del corso más triste y la grande muzzarella que te devoraste quedo en el olvido, recordás que en algún momento de tu vida evaluaste la posibilidad de bifurcar el camino, pero también recordás que, a pesar de todo, los seguís eligiendo. Así es que ni lerda ni perezosa pergeñás un rápido plan de escape.<br />Podrías ir al baño y de paso fugarte del planeta, hacer una autollamada e inventar una historia con final trágico o presentarle al Mr. Jekill que tenés adentro confesando que si él tiene un desorden obsesivo compulsivo numérico, vos tenés un problemita de doble personalidad.<br /><br />El punto es que no tenés ganas de modificar tu vida impar para que sea compatible con su mundo par de fiestas de a tres. Así que diste la cita por terminada, no sin antes preguntarle cómo hace con los cinco dedos de su mano, su único miembro viril y la única y última posibilidad que acaba de perder con vos.BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-77715728544137602432011-11-23T05:11:00.001-08:002012-02-27T05:30:01.960-08:00El historial de internet te salva o te incrimina<span style="font-style:italic;">(texto Publicado en Victoria Rolanda el 21 de Noviembre de 2011)<br /></span><br /><span style="font-style:italic;">Hay muchas maneras de saber si vos amás a tu novio. Solo algunas para saber si realmente él te ama a vos. Pero solo un método infalible para saber si te engaña: investigar el historial de internet. Y si no me creés, leé la historia que sigue. </span><br /><br />Sábado por la tarde. Él mirando un partido de la B Nacional. Vos que lo mirás desde el escritorio preguntándote si es real que le interese un partido al que le faltan segundos para terminar y lo único divertido fue el perro que entró a la cancha y anotó un gol en contra. Mientras tanto aprovechás el estado de hipnosis de él para vestirte con el sobretodo del Inspector Gadget y tomar el toro por las astas, o mejor, darle alas al bichito de la duda e investigar cuál es la razón por la que desde hace un tiempo tu novio se parece más a un amigo lejano que a un futuro marido. <br /><br />Prendés la compu, con lupa mano y pipa en boca, y vas abriendo una por una las páginas en las que él entró en las últimas horas. Vas armando la posible escena de un crimen que intuís que cometió y del que todavía es inocente hasta que el historial de internet demuestre lo contrario. Y entonces cuando estás a punto de afirmar que necesitarías asistir a un grupo de Celosos Anónimos, encontrás una posible prueba que lo incriminaría: un listado infinito de páginas para visitar la Isla de Tonga, webs de pasajes aéreos y resorts siete estrellas y dos planetas. ahi es cuando te preguntás si estás siendo mal pensada. Quizás todo forme parte de una sorpresa para el aniversario número quince. Pero eso es solo la punta del un iceberg tan grande como el que hundió al mismísimo Titanic. La ventana de su chat mal cerrado comienza a titilar bajo el nombre de Sandra Aguilar, quien escribe con adjetivación claramente centroamericana, una frase tan hot que hasta te sonroja, aún cuando en alguna ocasión bailaste muy hot a lo Kim Basinger en Nueve semanas y media tras la persiana del balcón. Obviamente, te das cuenta que no es la madre, ni la hermana, ni tampoco la prima del interior que de hot no le queda ni la intención. <br /><br />Las piernas te comienzan a temblar. Te quitás la pipa de la boca, alejás la lupa y se desabrochás algunos botones del sobretodo que comienza a sofocarte. Mientras te preguntás si S.A. – el uso de iniciales quitan identidad humana al enemigo- será la jefa de la sede brasilera de la empresa en donde él trabaja, la ventana titila nuevamente esperando una respuesta del que en poco tiempo, si no demuestra su inocencia, será victima de un crimen pasional. Como no querés lucir traje a rayas ni mucho menos pasar tus últimos días en un monoambiente enrejado, llamás a Laura, íntima amiga tuya y compañera de trabajo de él que sigue haciendo desuso de sus factultades frente a la TV. <br /><br />-Che, Lau ¿La empresa en donde trabajan tiene sede en centroamerica, tenga una Jefa que se llame Sandra Aguilar y se conecte por chat con sus empleados un sábado por la tarde? <br /><br />- ¡No, Mary, sos cornuda!BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-28560199959035518502011-10-04T13:59:00.000-07:002011-10-04T14:28:28.293-07:00De Robert a Roberto sin escalas<span style="font-style:italic;">(Texto publicado en Victoria Rolanda el lunes 3 de Octubre de 2011)<br /><br />Cuando en la agenda de tu celular reemplazás el amoroso y super canchero Robert al frío y despechado Roberto es que la cosa pasó de Guatemala a Guatepeor sin escalas.</span><br /><br />Noche, oscura noche. No tanto como va a estarlo dentro de unos minutos. Vos y él en su auto frente a tu casa. Algunas cervezas negras de más, no tantas como hubieras preferido para poder ahogar la pena que te va a dar la siguiente frase que salió sin filtro de su boca: me acaba de llamar mi ex y quiere hablar. <br /><br />Parece que hubiera deletreado esa daga en forma de frase así, muy suelto de cuerpo y de culpas. “Así que quiere hablar con vos, mirá que divina –pensás-. ¿Por qué no la invitamos a tomar la decimocuarta ronda de birra que necesito para entender lo que me estás diciendo? Dale, yo pago una vuelta mas para los tres y hasta para la bandada los borrachos del tablón ¡Mira el sentido de la oportunidad que tiene esta chica, es maravillosa! Seguro que es de esas minas inoportunas que acotan comentarios pelotudos en plena escena de suspenso hitchcockiana en el cine. O en medio de una presentación familiar pregunta sobre un pariente que seguro murió hace pocos días y a continuación se disculpa por el error llevándose la servilleta a la boca solo para atajar la incontinencia de frases hechas que se le ocurren para disculparse. ¡Qué diosa! ¿De dónde la sacaste? ¿Del Olimpo De las Púberes de Tetas Alzar?"...<br /><br />Si querés leer mas clikeá en el logo de Victoria RolandaBARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-55244614769381210832011-09-28T14:19:00.003-07:002012-02-27T04:57:29.618-08:00Pan y Queso<span style="font-style:italic;">(Texto Publicado en OhMyDog del mes de Septiembre)</span><br /><br /><span style="font-style:italic;">Todo es cuestión de pan y queso te dice tu compañera de trabajo, tan suelta de cuerpo y complejos, mientras lustra sus zapatitos de cristal calzados hace más de diez años por un apuesto príncipe, futuro marido y lacayo. Mientras constatás con malicia que el brillante par no sea de vidrio chino comprado en el barrio japonés, pensás que todo parece muy fácil visto desde una carroza que no se hará zapallo – o por lo menos ella con grandes esperanzas- pero no lo es tanto al costado de la pista de baile mirando de reojo como todos formaron pareja y van sonando los últimos acordes de una pieza que te hubiera gustado bailar. </span><br /><br />Pan<br />Lunes. Uno de de esos bien negro. Más negro que el de todas las bolsas comerciales del mundo juntas. No querés caer en lugares comunes, pero es justo donde caíste: luego de un fin de semana encerrada con tu gata por haber cancelado la única salida que tenías solo por no morir de frío –cosa que no te importaba a los veinte mientras te desvestías con una minifalda en pleno julio- y tras haber contribuido al circuito cartonero con centenares de botellas y descartables de comida chatarra, hoy lunes, tu autoestima esta por debajo de la alfombra rogando que nadie la vea y que mucho menos la barra. Es que igual que a su dueña, le gusta regodearse en ella misma por lo menos hasta el martes. <br /><br />Ya lo decía Bridget Jones, lo último que se pierde es la elegancia interior, así es que aunque te sentís la más fea del baile, que no se note dijo Giordano y moviendo las cabezas entrás en la oficina caminando como por una pasarela ubicada justo por delante de su escritorio. Para tu sorpresa antes que vos lo hagas, él te saluda con un tono de voz y una autoestima muy segura de sí misma, acariciada por un fin de semana de lujuria y pasión -todo lo que a vos te faltó-. <br />Sí, todas escucharon lo mismo, dijo: Buen día. Así es que junto con tus compañeras, se calzan el sobretodo de la 99 –claro, que sin la elegancia de la Feldon y solo con un poco mas de inteligencia que el Superagente 86- y comienzan a investigar que habrá querido decir con ese saludo. La primera lectura y la menos esperanzadora es la que nos indica que en realidad todos decimos buen día por lo menos hasta el medio día: al diariero de la vuelta seguido de un comentario del tipo: te olvidaste de llevar el diario o no te puedo creer que de nuevo el del segundo lo usó para el asado del domingo o a la futura casada seguido de un: ¡Que bueno que ya compraste las esposas de compromiso, perdón, los anillos de compromiso! ¿Vienen con llave o una vez que te las pusiste fuiste? <br />Pero también puede tener una segunda lectura que es la que todas esperamos leer –sobre todo vos- y es la que indica que en realidad él dio ese primer gran paso que te habilita a dar el segundo.<br /><br />Queso<br />¿Al cine, al teatro, a una cena íntima o a un after office descontracturado con compañeros del trabajo que hagan de chaperones para que no se noten las dobles y hasta triples intenciones? <br />La suertuda Cenicienta que, por haber conquistado a un hombre se ha transformado en el Gurú del amor de todas las que ya perdieron la fé, te indica que el siguiente paso es, justamente, no dar ninguno. Le preguntás que quiso decir, queriendo no escuchar la respuesta porque seguro que viene por el lado de tener que ser quien no querés ser: una típica histérica postmoderna incapaz de aceptar que en realidad sería muy feliz en un mundo sin tantas vueltas. Y aunque pedís a gritos que paren el mundo porque te querés bajar, como no te quedan métodos de conquista exitosos, lo siguiente que haces es no hacer nada.<br /><br />Pan<br />El vacío y la indiferencia parecen ejercer, como un poderoso imán, una fuerza que atrae de manera inmediata al mismo sujeto que antes huía despavorido cuando lo tratabas con amorosa atención, como si fuera ese tipo de animalito que acostumbrado al desprecio se siente cómodo en el maltrato.<br />Al cine, al teatro, a una cena íntima y hasta darle de comer a tu gata de la mano –aunque enarbole la bandera por un mundo con mas canes y menos felinos- es el siguiente y gran paso hacia una pista de baile para dos y acordes de una pieza que comienza a sonar y que ahora si podes bailar. <br /><br /><span style="font-style:italic;">Dedicado a Marina Frontera</span>BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-29171026403604951222011-08-01T20:50:00.000-07:002011-08-22T08:34:01.364-07:00Café con torta frita y Good Show<span style="font-style:italic;">(Texto publicado en OhMyDog Junio/Julio 2011)</span>
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<br /><span style="font-style:italic;">Invierno otra vez y tu sensación dérmica indica un gélido bajo cero. Aunque, tu perro y tu gato, te hacen de osos de peluche, sentís que necesitas urgentemente unos brazos grandotes o unos chiquitos pero juguetones que te ayuden a que la hibernación sea un poco más cálida. Teniendo en cuenta que desde el último invierno a esta parte no conociste ni una mano que te choque los cinco, las probabilidades de que encuentres lo que buscas en pocos días son bajísimas. Así es que si te preguntas como revertir la situación, no se si acá vas a encontrar la respuesta, pero que las hay… las hay. </span>
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<br />Ya te gustaría emigrar hacia el hemisferio del mapamundi en donde el calor le quita la remera hasta el más recatado. Pero si no te quedan días para pedirte, tus ahorros solo te alcanzan para un pasaje a Las Toninas o sos Dueña y tu mega empresa -como un recién nacido- te pide la teta cada media hora, no te queda otra que desarchivar el vestuario mas abrigado, rezar para que no haga mas frío que el año pasado y enfrentar algo que te preocupa de verdad: otro invierno mas y los únicos que te dan la bienvenida en tu casa y sobre todo en tu cama son Peter y Coca. Aunque tus amigos hombres afirman que es el trío perfecto, sin dimes ni diretes, vos comenzás a necesitar algo más.
<br />Y eso que no estás hablando de necesitar al príncipe azul, porque tanto la vida como tu vieja se encargaron de demostrarte que el último ejemplar de la especie destiñó y de su costilla nacieron todos los demás. No. Solo pedís alguien que al menos deje menos pelos en la cama que tus mascotas, te contradiga –solo lo necesario para reafirmar tus creencias y darle un poco de acción a tus días-, le guste hacer cucharita -solo cuando hace frío, nunca en verano- y que cada tanto se le escape un “te quiero” en lenguaje humano.
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<br />Todo muy lindo y romántico, pero ¿como se hace? -te preguntás-. Entonces haces uso sin abuso del sentido común -que es el menos común de los sentidos- y pensás que quizás sea el momento de volver a beber de la fuente inagotable de las técnicas de seducción que a los veintipico te dieron tantas satisfacciones y que incluso, fueron inspiradoras para tus amigas que –dicho sea de paso- no paraban de contabilizar tus citas con palitos agrupados de a diez en la pared de tu habitación debajo del póster de Patrick Swayze.
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<br />Para muestra, un botón. Una noche volvías de la facu en tren y te subiste a un vagón que estaba deshabitado por completo, salvo por él. Entonces luego de dirimirte entre hacerlo o no, respondiste sin contradecir a una fuerza extraterrena o intrauterina que te obligó a sentarte justo a su lado. Un apuesto morocho de rulos, claro ejemplo de que existe vida en otros planetas. Abrigado con un montgomery verde militar y desabrigado con un jean gastado justo a la altura de una hermosa rodilla peluda que confirmaba lo que su dueño estaba leyendo en unos apuntes: “El Objeto A, es el objeto causante del deseo”. Y vos bombonazo con tu rodilla pelilarga, sos el causante del mío –pensaste-.
<br />Ya te hubiera gustado que la próxima parada sea en un restó con cena para dos, pero solo faltaban dos estaciones para que la vida otra vez los vuelva a separar –como si alguna vez hubiera habido una primera-. Así es que hiciste un claro abuso de una de las técnicas más antiguas de seducción de la humanidad –por lo menos desde que se inventó el reloj a esta parte-. Mientras escondías tu celular, tu reloj pulsera y todo lo que pudiera dar hora, en un nefasto ejemplo de sobreactuación, formulaste la pregunta que terminó haciendo pogo contra las paredes de un vagón que mágicamente seguía vacío. En un rapto de sagacidad, él contestó que sí, que tenía hora, pero no te dijo cual y a vos te pareció súper original el chiste –o por lo menos, fingiste que fue una humorada inédita, jamás hecha en la historia de la humanidad-.
<br />Faltaba solo una parada y entre pulsiones, Lacan y bueyes perdidos, lo invitaste a salir y así fue en varias ocasiones. Hasta que –como pasa siempre en el mundo real- extrañamente, cuando tenes lo que querés, dejas de quererlo. En poco tiempo, le confesaste que sus chistes nunca fueron tan buenos y rápidamente cambiaste el tren por el bondi sin abandonar –como hasta hace unos largos años- tu costumbre de preguntarle al más guapo de los pasajeros por la hora, la sensación térmica o, simplemente, si cree en el amor a primera vista.
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<br />Ahora tu casa se siente mas helada que nunca no solo por la obvia ausencia de un Objeto A y de un Sujeto X capaz de entibiarla sino porque otra vez la estufa no funciona. Mientras te abrigas como para una excursión en el Perito Moreno solo para no morir congelada dentro de tu propia cama, pensás que a esta altura no te animarías a preguntarle la hora ni a tu propio reloj. Sencillamente –o no tanto- porque ya no peinas hopos ni tenes veintipico, tu cara no es tan dura como antes y tiene muchas mas caretas que las que te gustaría. Pero el invierno recién comienza así es que queridas chichipías nunca digan nunca, café con torta frita y Good Show.
<br />BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-88442720054057737442011-07-11T11:54:00.000-07:002011-07-27T16:43:27.040-07:00Hay para todas<span style="font-style:italic;">(Texto publicado en Victoria Rolanda el 11 de Julio de 2011)</span><br /><br /><span style="font-style:italic;">Cuando lo inexorable ocurre, solo quedan dos caminos: o zambullirte en el agujero negro de un cálido vaso de cerveza hasta descubrir que hay después de esa nada o aceptar que tus amigas se van poniendo de novias mientras vos seguís con tu numerito en la mano esperando a que te llame San Antonio, y aunque mas no sea, te mande el guardavidas que te salve de esa caída.</span><br /><br />Ellas dicen que no, que no son novios. Que solo se ven los domingos, van al cine los miércoles y a cenar los jueves, pero que eso no califica de novio. Se ríen con sorna cuando confiesan que él deja remeras sucias con símbolos zurditos para lavar en un lavarropa acostumbrado a delicadas prendas femeninas compradas en locales bien de derecha.<br /><br />Tampoco se hacen cargo de que están al borde de decirle suegro a su padre, pero confiesan que se resisten a decirle suegra a la bruja que el chico en cuestión tiene por madre, así que eso también es una excusa a la hora de negar el estado civil que va tornando de claro a oscuro más rápido de lo que tenían pensado.<br /><br />Así es que en la teoría no están de novias, pero en la práctica no paran de hablar de ellos cada vez que se abre un silencio en la conversación de todas las que todavía no engancharon a nadie y siempre, pero siempre, terminan el comentario con una sonrisa tamaño Mariana Fabbiani para la alegría de pocas y la bronca de muchas. <br /><br />No te preocupes. Respirá profundo. Contá hasta el infinito punto rojo y recordá lo que escuchabas en las fiestas de cumpleaños cuando rompían las piñatas y vos te preparabas para matar o morir por tu muñequito preferido: Despacio que hay para todas. Si lo creíste cuando eras niña ¿por qué no creer ahora?BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-25834004545319438142011-06-13T16:55:00.001-07:002012-02-27T04:36:06.997-08:00Ese mensaje de texto que jurabas nunca mandar<span style="font-style:italic;">(Texto Publicado en Victoria Rolanda el 13 de Junio de 2011)<br /></span><br /><br />Qué difícil es sostener las propias convicciones –pensás- mientras escribís, borrás y volvés a escribir ese mensaje de texto que jurabas nunca ibas a mandar. Son las nueve de la noche de un sábado que se va alistando en la fila de esos en los que te preguntás seriamente sobre quién habrá inventado los sábados. Con total sadismo de su parte, el reloj marca las nueve, hora en que si no tenés planes, solo te quedan dos caminos posibles: comerte un cuarto de crema del cielo mientras ves por décima vez Ghost la sombra del amor. Reflexionar acerca de la belleza ochentosa de Patrick Swayze. Lamentar el hecho de no haber estudiado orfebrería y haber aprendido a modelar un jarrón con cuatro manos. O mandar ese mensaje de texto que juraste nunca mandar.<br /><br />No hablo de un mensaje cualquiera. Hablo de ese mensaje que fue escrito el miércoles durante la hora de almuerzo que te tomaste para pensar con detenimiento cómo ibas a decirle que lo querías ver, sin antes haber recibido un mensaje de su parte con la misma intención. No es joda, es una situación compleja, porque cuando la que avanza sos vos, el mensaje no debe quedar como un lance explícito ni como unas tibias líneas de contacto formal. <br /><br />Asi es que recuperás el mensaje del buzón de borradores y lo releés detenidamente por si se te ocurre alguna otra idea brillante para quedar como una copada divertida y súper ingeniosa futura compañera de cita. Pero como ya son las diez y media, el mensaje debe ir directísimo al grano, así que borrás todo lo que escribiste y proponés un escueto: "¿Salimos esta noche?" Y es en ese mismo instante en que un sobrecito vuela directo y sin escalas al celular del susodicho que, sin tiempo de espera, te responde: "¿Me lo preguntas a mí?"<br /><br />¡Por Dios! ¿Pero a quién se lo voy a preguntar? El segundo mensaje, de lo obvio que es, ya te da bronca mandarlo: “Si, te lo digo a vos. ¿Salimos esta noche?”. El segundo sobre volador tarda en llegar y entonces un tsunami de preguntas inundan la aldea de tus pensamientos: ¿Me responderá con otra pregunta, lo que confirma que es un boludo importante, incapaz de merecerme?, ¿Habré sido muy directa? o ¿Me va a rezar el padrenuestro de por qué no podemos salir esta noche? Y en ese momento cuando estás a punto de ahogarte en vos misma, te contesta un telegráfico “dale, salgamos”.<br /><br />¿Y ahora, qué hacés? Respondió lo que esperabas y a la vez no. Así es que ahora, si bien encontraste el conjunto que buscabas, no estás depilada, todavía tenés que bañarte, maquillarte, decidir el outfit y ya te da fiaca, y comenzás a ver tu cama con cariño, la tele como una buena compañera, la frialdad del sábado por la noche en tu casa se transforma en la calidez de un hogar que está dispuesto una vez más a cobijarte. Entonces te sincerás con vos misma aceptando que tu costado de minita histérica está mucho más desarrollado de lo que te gustaría. Pero otra historia sería si fuera él quien tenga en su buzón de borradores ese mensaje de texto que jura nunca mandar.BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-32187766388751048502011-04-11T08:15:00.000-07:002011-04-11T08:17:18.219-07:00Conoceme. No me idealices.<span style="font-style:italic;">Una vez me dijeron "Conoceme. No me idealices". Si queres saber como clikeá en el logo de Victoria Rolanda </span>BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-33816566155745038632011-03-09T20:20:00.000-08:002011-03-09T20:30:00.929-08:00No creo en los enamorados, pero que los hay... los hayBarbara a los Treinta en OHMYDOG<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/-cvcmdAABOe0/TXhRsjs8GlI/AAAAAAAAAGQ/9k6WV-DvK9w/s1600/recortada.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 306px; height: 400px;" src="http://1.bp.blogspot.com/-cvcmdAABOe0/TXhRsjs8GlI/AAAAAAAAAGQ/9k6WV-DvK9w/s400/recortada.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5582301564065552978" /></a>BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-56483736173413571592011-02-28T06:03:00.001-08:002012-02-27T04:10:45.277-08:00¿Soldado que huye sirve para otra cita?<span style="font-style:italic;">Parece que en épocas de fast food, trenes balas y speed dates, los primeros cuatro minutos de una cita son suficientes para tomar una decisión. Así que sentada frente a él, te preguntás: ¿Da para que pase algo más? o ¿pagamos la cuenta a medias y si te he visto no me acuerdo?</span><br /><br />Minuto uno<br /><br />-Tengo cuatro hijos. Estoy recién separado. No puedo tomar vino porque estoy medicado. Este año se define si soy millonario o pierdo todo lo que invertí y la próxima salida me gustaría que te pintes las uñas de rojo para mi.<br /><br />Minuto dos<br /><br />-No... mentira, risas de parte de él -obvio-. ¿Pedimos?<br /><br />Esos fueron los primeros dos minutos de la primera cita.<br />Según indican los especialistas, el común de los mortales adopta una decisión sentimental luego de los cuatro minutos de conocerse.<br /><br />Minuto tres<br /><br />Escudada tras la carta fingiendo una atenta búsqueda culinaria, las voces ajenas de las mesas vecinas se silencian para darle paso a tres pensamientos que te gritan al unísono:<br />Una certeza: la noche no parece ser la cita soñada y encima recién comienza.<br />Una pregunta: ¿Que de todo lo que dijo es verdad?<br />Un dilema: ¿Quedarse y averiguarlo o huir y servir para otra cita?<br /><br />Minuto cuatro<br /><br />¿Que hago?<br /><br /><br />Qué difícil es ser valiente en estos momentos cuando lo que en realidad te nace es ser cobarde e huir. Huir para poder servir para otras citas –Con San Antonio patas arriba mediante-. “Pero me extraña de vos, no te enseñamos a huir de las situaciones difíciles tipo rata por tirante” -dice una voz que no se cansa de imitar a la de tus viejos sobre todo en el gesto con el dedo índice inquisidor apuntando justo entre tus cejas.<br /><br />Despacio asomás la cabeza por encima de la carta que oficia de escudo y relojeás a tu alrededor en búsqueda de un rostro que desde otra mesa haya escuchado lo que vos: que el pibe tiene cuatro hijos, que está recién separado, que se medica diariamente y que te promete, fetiche de uñas rojas mediante, un futuro de contigo pan y cebolla. O contigo y fina masa levada con verdes rúculas y tomates disecados al Sunrise –juro que lo leí en una carta en Palermogólico-.<br /><br />Obvio que nadie escucho nada, es más, con suerte a ellos no les tocó escuchar algo similar en toda su vida, por eso sonríen felices con gestos de placentero relax en sus rostros. En cambio tu cara no sabe si sonreír y comentar: “Que chistoso que sos, ¿te ganas la vida así? Pero porque no te contás uno de gallegos y nos reímos todos”.<br /><br />O quedarse impávida esperando a que él desmienta todo diciendo: “¿Te lo creíste? Es un chiste linda, ¿que querés cenar?”<br /><br />En cualquiera de los dos casos estas en total derecho de pensar: “Este se creyó Olmedo, Biondi y Porcel todos juntos. Si así arranca la noche ni me quiero imaginar como vamos a terminar”.<br /><br />Tu boca junto a vos deciden esperar. Esperar a que de su boca surja algo que justifique el tiempo que estas pasando con él en lugar de estar en tu casa pasándolo divino con vos misma degustando tu cuarto de helado vanguardista que te quedó en el freezer y que sabés que nadie va a tocar porque vivís sola.<br /><br />Justo cuando el sutil reloj de la intuición está por marcar los primeros cuatro minutos de tu cita él eleva su mirada de la Antología de poetas y cocineros contemporáneos –o carta, como prefieras llamarla- y felizmente replica:<br />- Ya sé que querías comer pastas pero te digo que acá la pizza a la leña es genial y a vos te quedaría divino comerla con la manos si tuvieras las uñas pintadas de rojo”.<br /><br />En el minuto cinco te encontrás parando un taxi en la esquina mientras te mirás las uñas y pensás que en cuanto llegues a tu casa tirás todos esmaltes rojos que tengas en el aparador del baño.BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-5192009705095089582011-02-14T06:05:00.000-08:002011-02-28T05:57:20.822-08:00¿Qué se festeja en San Valentín?Texto publicado en Victoria Rolanda el 14 de febrero de 2011)<br /><br /><span style="font-style:italic;">Ya lo veías venir hace quince días, cuando los locales de chucherías atestaban sus vidrieras de rojo pasión. Pasión por un día que solo festejan unos pocos. ¿Calificás para el festejo si estás enamorada de tu gata, de tu orquídea, de tu profesión, de la vida? </span><br /><br />Estás sola, que no es lo mismo que ser sola -que te quede bien claro-. Estar sola es una circunstancia pasajera como cuando estás triste o feliz. Lo otro, el ser sola, me suena más a un estado permanente de soledad, que es justo lo que no deseas ¿O sí? El caso es que, teniendo clarísima esta diferencia, no vas a sentirte perseguida por osos de peluche gigantes, bombardeada por agrios bombones con forma de corazón ni por ejércitos de flores de probeta con cursis pancartas de amor.<br /><br />Mientras te seguís preguntando por qué le damos tanta importancia a un santo foráneo de dudosa existencia que seguro -por ser católico- ni siquiera se enamoró, pensás que sería bueno realizar algunas técnicas de distracción para que el día de los enamorados pase por tu calendario sin pena ni gloria, y lo más rápido posible.<br /><br />1. Dormir durante todo el día. Te acostás el domingo y mientras visualizas ovejas de chocolate saltando por un prado de menta granizada te vas quedando dormida hasta el martes, luego de las doce. Quizás, en tus sueños, hasta puedas tener una cita romántica con el nuevo del laburo –que todavía no sabés si es gay, pero si no lo es, ya va a caer-.<br /><br />2. Mientras pensás que tranquilamente podrías adoptar el uso horario de Australia, modificás el reloj de la cocina, de la mesita de luz, de pulsera y hasta el de la Torre de los Ingleses, además de cambiar la fecha en el celular y en la compu. Todo esto a riesgo de enterarte, de todas maneras, que es 14 cuando leas el diario, prendas la tele para ver el pronóstico o mires de reojo el reloj de tu vecino de asiento en el bondi rumbo al trabajo.<br /><br />3. Mediante piquetes, creación de grupos en redes sociales y encadenamientos a monumentos importantes, intentás convencer a la humanidad que el rojo trae mala suerte y, sobre todo, si viene en forma de corazón o de rosas sin espinas. Si aún así pareciera que la mitad más uno de la población es de Independente y no de Boca, redoblás la apuesta diciendo que el uso del rojo le podría causar a los hombres una repentina calvicie y las mujeres desamores crónicos.<br /><br />4. Luego del intenso día, es muy importante que al volver a casa evites un frenético zapping por odiosas películas rosas con finales felices. Lo único que lograrás si contradecís este punto será despertar la Mrs. Hide que tenés dormida, capaz hasta de boicotear las citas de tus mejores amigas, totalmente convencida de que si vos no tenés una, nadie puede tenerla.<br /><br />Si aún intentando todo esto, el mundo sigue su curso –como lo viene haciendo millones de años antes que vos nacieras- y no te queda otra opción que transcurrir el Día de los Enamorados, te propongo que tomes el toro por las astas o al Santo por su coronita y -aunque suene a manual de autoayuda- te cites a vos misma en un bar de Palermo, te digas bonitas frases al oído y disfrutes de lo que te toca hoy. Mañana será 15, el novio llegará cuando deba llegar, y, si no, ya se nos ocurrirán más técnicas de distracción para el año que viene.<br /><br />-¡Mozo! una cerveza y una individual de mozzarela, por favor.<br /><br />¡A tu salud!BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3960988599819535123.post-8254317416876747212011-02-14T05:59:00.001-08:002011-02-14T05:59:41.025-08:00¿Feliz Año Nuevo?<span style="font-style:italic;">(Texto publicado en Victoria Rolanda el 31 de enero de 2011)<br /><br />Colgás el traje de Papa Noel. Cajoneás la matraca y el silbato de la fiesta de fin de año. Te desmaquillás el corcho quemado de cuando hiciste de Melchor y etiquetás las fotos de tus vacaciones. Todo eso en menos de un mes. Es el comienzo oficial de un nuevo año. ¿Y ahora qué?</span><br /><br />8 AM. Tu despertador rebota contra las paredes, te despierta y te recuerda que todo lo que viviste durante las últimas tres semanas fue pura ficción. Una realidad paralela. Un mundo de ensueño lleno de guardavidas ensungados, montados en unicornios alados, volando a tus brazos con propósitos non sanctos hacia vos, que no sabrás latín, pero entendés a la perfección lo que quiere decir propósito y con eso te alcanza.<br /><br />- Es sábado. No, es lunes. ¿O es domingo? Estoy en el hotel. No, en casa. Es lunes y estoy en casa. Confirmado, sí, otra vez es lunes y estás enrollada tipo niño envuelto entre las sábanas blancas que, por cinco minutos más –esos maravillosos cinco minutos de fiaca-, te protegen de un nuevo lunes, pero no como cualquier otro lunes: es el primero de tu año nuevo. Sí, hoy, un 24 de enero, que lejos está de ser el primer día del año calendario, ese que sólo recordás por fotos y por declaraciones de testigos presenciales, ya que si de vos dependiera la reconstrucción de los hechos, sería más fácil cajonear el caso y a otra cosa mariposa.<br /><br />Con una mano ponés la pava para el mate, con la otra terminás de exprimir el jugo de dos naranjas, acariciás a la gata con el pie izquierdo y con el derecho atajás la tostada que siempre cae del lado de la mermelada. Todo eso mientras esperás a que la única neurona despierta termine de desperezarse y te ayude a encontrar la lista que escribiste con los objetivos a cumplir durante el 2011.<br /><br />Uno. Cambiar el rumbo de mi carrera profesional. Tomar el toro por las astas y definir qué es lo que quiero hacer de mi vida, no puede ser que siga trabajando en los lugares que el destino me va ofreciendo, sin que yo decida realmente qué es lo que quiero hacer.<br /><br />Dos. Poner linda mi casa. Un bar de camioneros sobre ruta 9 tal vez sea más cool que la decoración de mi comedor. Tengo que poner en práctica todos los consejos útiles para reciclado de muebles retro-vintage de las revistas de decoración que mi otro yo masoquista se encarga de comprar. Tengo que reconciliarme con la Patricia Miccio que hay en mí y aceptar que la vida puede ser un bricolage.<br /><br />Tres. Volver a la psico. ¿En qué momento me hice la superada y le dije que había solucionado el menage à trois entre mi yo, mi ello y mi súper yo?<br /><br />Cuatro. Empezar los cursos de meditación, yoga, tai chi chuan, dramaturgia, historia del sombrero en medio oriente, origami y terminar alguno.<br /><br />Cinco. Decirle a Nico lo que siento y que sea lo que Dios quiera.<br /><br />Seis. Rezar para que Dios quiera lo mismo que quiero yo.<br /><br />Siete. Que cuando termine de leer esta lista pueda tomar la decisión correcta para dar el primer gran paso.<br /><br />9 AM. Respirás profundo. Leés el punto siete nuevamente, ¿y ahora qué? Mirás el piso de tu cocina y lo único que hacés es limpiar la mermelada de la tostada caída. No será un primer gran paso, pero dicen que por algo se empieza, ¿o no?BARBARA A LOS TREINTAhttp://www.blogger.com/profile/08049543544299344596noreply@blogger.com1